miércoles, 20 de junio de 2007

Balada nº4


Somos vidas fotocopiadas, hojas garabateadas de blanco y negro.
Nacer, crecer, estudiar, buscar trabajo. Oír siempre las mismas
palabras, vivir siempre las mismas experiencias. Despertar cada
mañana bajo el cielo oscuro de la madrugada, vivir cada día bajo
el cielo gris de la ciudad, que se confunde con el asfalto en el
horizonte, teñido de humo, hinchado de sal. Somos carne enlatada,
un número en una estadística, una esquela en un periódico. Vidas
grises en un mundo gris, demasiado cegados por la televisión a color.
Somos hijos de un dios por satélite, suficientemente libres para
conocer la libertad, suficientemente atemorizados para no desearla.
Cubículos de oficina, estanterías de supermercado, vidas cuadradas
en un mundo redondo. Vivir, trabajar, ser un ciudadano modelo.
Somos esclavos a tiempo parcial, voces ahogadas por el tumulto del
tráfico. Estrellas fugaces en un cielo de invierno, tan
insignificantes en el frío de la noche. Somos hormigas danzando al
son de los látigos. Ciudad, amargo hormiguero. Adoramos a la reina
de las hormigas, llamada dinero.

Odio despertar cada noche de un paraíso que llamo sueños para descubrir
que soy tan gris como la ciudad, tan gris como este triste cielo.

1 comentario:

LAURITA dijo...

.....pero siempre podrás soñar despierto...
(Un ácido placer leerte)